Esa emoción que teníamos con la Fabiolin por crear un nuevo medio de expresión se fue rápido rápido cuando salimos a la calle y se puso a llover en ese mismos instánte. La micro frenó para que me subiera, pero era un engaño...oooossso para mi, y obvio que seguí esperando bajo la lluvia. Osea, Dios te caga.
Esto no se trata de hacernos ver todo lo malo que nos pasa (que obvio que nos pasa), si no reir un poco, de que si existe un ser todo poderoso mirándote, él te está cagando. Mejor ver la vida al estilo Woody Allen.
Syl y Fabiolin al habla aquí.
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